viernes, 15 de septiembre de 2017

Cautiva

Vió algo frente al espejo que le gustó. Una imagen sombría y sensual. Su rostro en semi-penumbra. Su cuerpo mitad luz y mitad oscuridad. Una respiración febril la ondulaba secretamente, llevándola a una postura muy femenina, tan receptiva, casi lindante con la completa entrega. Una actitud angelical, de espera y pasividad, casi lindante con el sometimiento. Alguien la tomó desde atrás, jaló de sus cabellos con ademán certero, suave y agreste, silencioso y firme. Ella entonces supo que tenía dueño. Y que una fiera y una esclava se enfrentarían eternamente dentro de su corazón de mujer.

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