sábado, 2 de julio de 2016

El Desborde


Las orillas se ablandan al contacto con las Aguas del Rio serpentino, y lo que tenía forma la pierde. Todo se torna maleable. Los cuerpos se convierten en arcilla mansa a la que cualquier impacto -mínimo o máximo- puede modificar. De pronto lo establecido se des-establece, los espacios sólidos se vuelven líquidos. Nada queda seco. Todo se empapa y se deshilacha. El tejido rígido es mojado y los hilos viejos se debilitan y se entregan al vientre de la madre cocodrilo. El agua cala hondo saturando de humedad los huesos, los carozos, las columnas y las piedras. El mismo corazón del hombre es profundamente hidratado, y se hinche como un fruto rojo a punto de estallar... Tal vez nazca un mundo nuevo...El Nilo ha desbordado...

No hay comentarios:

Publicar un comentario