sábado, 12 de noviembre de 2016

Frío


Brota sangre turbia del corazón lastimado. Expulso los nudos hechos de palabras tragadas. Y de la boca salen marañas de bichos apresurados por encontrar la libertad. Caminan rápido hacia las ventanas, con sus patas peludas y pequeñas. Algunos se tiran. Otros se van volando. Y otros quedan perdidos girando en círculos por los oscuros recovecos de la casa. Recojo tus objetos. Uno a uno. Te los devuelvo todos juntos para empezar el duelo. ¡Vete de una vez! ¡Déjame en paz! Lloro desconsoladamente. Me ahogo entre las sábanas. Me canso de tanto llorar. Me duermo enroscada como un embrión. Desnuda para desanudar. El invierno será frío esta vez. Gélido y sincero. Extrañaré mucho tus brazos, la temperatura de tu piel. Pero no tu mezquindad ni tu desconfianza. No tu afán de poseerme y marcarme bajo el olor de tu orín.

No hay comentarios:

Publicar un comentario