lunes, 14 de noviembre de 2016

La invitación


Una caricia serpentina. Más que una caricia es una vibración. Una luminosidad secreta que nace de la sincera acción de entregarse. Hay una entrega real. Hay ardor-placer-dolor-amor-desintegración y re-integración. Un millar de estrellas pulsan su luz, esperando ser asimiladas, mordidas y deglutidas por mi cuerpo. La primavera me habla de la Mujer de Oro, de la Hembra Misteriosa, del camino de las frutas y la celebración. La invitación ya está hecha.

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