martes, 28 de junio de 2016

Mujer de Aire


El néctar de los Dioses germina en mi casa, en mi vida, en mi cocina, en mis oídos: Mi hija Zoe está cantando, desplegando su voz maravillosa sobre el mundo. Bendita sea su garganta. Ella canta con su garganta hacia el Cielo. Ella canta por todas las que no cantamos antes. Sus labios son rojos, cerezas pulposas y dulces. La música vive en su lengua y se vuelca sobre la tierra con generosidad. La belleza brota de su aire como un pentagrama habitado por colibríes.

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